Francisco 12El papa Francisco condenó el cobro por sacramentos en parroquias y recordó que es un pecado cobrar por sacramentos como el bautismo y el matrimonio.

Criticó que algunas parroquias se conviertan en "casas de negocio" y obliguen a pagar por celebrar sacramentos como bautizos o bodas, según señaló en su homilía en la misa matutina de la capilla de su residencia, la Casa de Santa Marta.

El Romano Pontífice se refirió a la liturgia del día en que Jesús expulsó a los mercaderes del Templo, "porque habían transformado la casa de oración en una cueva de ladrones" y entonces denunció cómo también ahora los sacerdotes pueden causar escándalo con sus hábitos, con el comercio o la mundanidad.

"Cuántas veces entramos en una iglesia, aún hoy, y hemos visto la lista de los precios" para el bautismo, la bendición, las intenciones para la Misa. Y el pueblo se escandaliza", exclamó el Papa.

Narró cómo recién ordenado sacerdote conoció a una pareja de novios que quería casarse durante una ceremonia que incluyera la misa, pero el párroco se negaba porque decía que la celebración no podía durar más de 20 minutos porque se ocupaban dos turnos. "¡Y para casarse con una misa tuvieron que pagar dos turnos!", esto es "un pecado", condenó.

Instó a los fieles a tener “el valor de decírselo a la cara al párroco", porque “Dios no puede perdonar: a un sacerdote apegado al dinero y a un sacerdote que maltrata a la gente", dijo el pontífice, es imposible perdonar cuando "La casa de Dios se convierte en una casa de negocios", señaló y agregó que la Iglesia no puede ser especuladora, porque "la salvación es gratuita".

El pecado de simonía
Como se sabe, cobrar por administrar los sacramentos es pecado de simonía, condenado desde hace siglos y con el transcurso del tiempo se convirtió en una de las causas por la cual Martín Lutero atizó el cisma del Cristianismo.