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| Emmanuel Macron |
Más de millón y medio de mascarillas médicas almacenadas en el Marne se quemaron entre enero y marzo de 2020, sin que se haya verificado su estado antes y sólo a fines de abril de este año gobierno francés detuvo la quema.
A finales de marzo, cuando Francia se enfrentó a una importante escasez de mascarillas en medio de la pandemia de coronavirus, el gobierno descubrió que en realidad tenía un lote astronómico oculto en el Marne.
No obstante, consideraron que eran demasiado viejas, no funcionales u obsoletas, pero las informaciones de BFMTV, televisión belga, indican que en realidad no verificaron el estado de las mascarillas y ordenaron la quema.
Posteriormente el gobierno se enteró de ello y detuvo la incineración.
Luego se solicita un inventario, pero su veredicto no cae hasta un mes después, el 20 de abril. Al final, resulta que 85 millones de estos 362 millones de máscaras todavía son utilizables y podrían ser útiles para el público en general. Deben distribuirse muy pronto.
En el Ministerio de Salud, se nos dice que no sabíamos que estas máscaras quirúrgicas caducadas todavía se guardaban en algún lugar. El ministerio dijo que solo lo descubrió en marzo porque creía que todos habían sido quemados. Y por una razón, a partir de 2018, una auditoría había recomendado su destrucción.
Si Public Health France, que administra este stock, continuó quemando estas máscaras quirúrgicas, es porque en ese momento (entre enero y marzo de 2020), la doctrina no era equipar a la población con máscaras. La Agencia Nacional de Salud Pública se defiende explicando que las máscaras solo están destinadas a cuidadores. Y que las máscaras son, en cualquier caso, demasiado viejas para poder usarse: por lo tanto, no hay razón para guardarlas.
Cuando Francia quiso comprar 40 millones de mascarillas para paliar la pandemia, sólo consiguió 14 millones y convirtiéndose en estado pirata, se apoderó por ejemplo de una carga de mascarillas que España había adquirido, sólo por el hecho que la carga pasó por territorio francés.
Pese a este atropello contra España, en Francia el índice de letalidad del coronavirus es 15.37%, mientras que en España tienen 9.49% acumulado desde el inicio de la pandemia al día de hoy, signo de que las políticas, logística y tratamientos en Francia no son de lo mejor.
Una evidencia de lo mal que están los científicos franceses en salud es el hecho de que causaron una alarma diciendo que el ibuprofeno era peligroso para tratar el coronavirus y fue suspendido de los tratamientos después que publicaron esa advertencia en la revista Lancet, que irresponsablemente la publicó e incluso la OMS la recogió y recomendó suspender el ibuprofeno, pero después los británicos demostraron que es correcto usar el ibuprofeno y lo mantienen en su lista de fármacos para esta enfermedad.
Otra información falaz difundida por los científicos franceses en salud fue decir que los fumadores resisten mejor el coronavirus, hecho que ya quedó desvirtuado.
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