Ya resulta cómico ver cómo el presidente francés Emmanuel Macron, después de haber actuado de forma colaboracionista con los Estados Unidos para someter a Francia a la esclavitud ante los EE. UU. al prestarse a poner a su disposición armamento, recursos económicos y a personal francés para servir a la guerra de Ucrania contra Rusia, ahora se queje de las consecuencias que eran clarísimas: el empobrecimiento de los franceses en beneficio del enriquecimiento de conglomerados empresariales estadounidenses.
Macron, émulo del execrable Pétain
En medio de la incertidumbre de la ciudadanía francesa ante lo que les espera debido al alto costo de la energía para atender el consumo necesario por el invierno, ahora Macron se queja por el hecho de que Francia se vea obligada a comprar gas a los EE. UU. a un precio cuatro veces mayor que el que cuesta en el país norteamericano.
“[los] precios de energía estadounidenses son [en EE. UU.] mucho más bajos que los nuestros pero su productor de hidrocarburos [refiriéndose a Estados Unidos] los vende 3 o 4 veces más caro de lo que lo vende a sus industriales…”, lamentó el viernes Macron, citado por Hispantv de sus declaraciones tras la cumbre de Unión Europea (UE) en Bruselas, para abordar la forma de enfrentar el alza de los costos de energía.
Macron denunció que “existe un doble rasero implícito” en la medida estadounidense de poner un precio para sí y otro para el resto y consideró que esto supone un verdadero problema de acercamiento y sinceridad en el comercio transatlántico, por lo cual, agregó que trataría el tema durante su visita a Estados Unidos, prevista para principios de diciembre.
En tanto, aumenta la protesta ciudadana en Francia exigiendo soluciones al aumento del coste de energía, como sucede en otras ciudades europeas por la misma razón, pues los embargos que buscaron debilitar la economía de Rusia han tenido efecto búmeran, puesto que desde junio Moscú ha iniciado el corte del flujo de gas a países europeos, como había prometido, a los países que no paguen la energía en rublos.
Golpe a la médula de la economía europea
El encarecimiento de la energía en Europa a causa de las sanciones contra Rusia impuestas dictatorialmente por los Estados Unidos a los países europeos no sólo implica sufrimiento para la población por el invierno, sino por el alza del costo de vida y mayor pobreza, porque la energía es la base de la maquinaria económica, sino la caída de la industria europea, que no podrá competir con los productos estadounidenses ni chinos, lo cual acarreará mayor desempleo.
Colaboracionismo
Las victorias militares pueden ser pírricas, pero las victorias económicas tienen consecuencias mucho más poderosas,durables y sutiles que la dominación militar y en la guerra económica internacional se mueven lazos visibles y ocultos para que un país aplaste a otros.
El hecho de que la guerra económica no sea observable, como lo es en el estruendo de la guerra militar, no quita que quienes coloquen a su país en condición de sometimiento a otro país extranjero sean totalmente colaboracionistas o traidores en la guerra económica, como Macron, que está sumiendo en pobreza a los franceses
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