La victoria no trae la paz
La victoria no trae la paz
Por Raimon Panikkar (*)
La belicosidad no es monopolio de la cultura tecnocrática, aunque la agresividad competitiva sea una especialidad moderna. Qué hay, o qué ha habido en el hombre histórico que ha creado la guerra como una institución. Qué confianza puede tenerse en una sociedad de Estados que gasta, por término medio anual, 30.000 dólares por soldado y 500 por estudiante. Cuando nos percatamos de que el hombre prehistórico, que se sentía amenazado por la naturaleza, ha dado nacimiento al hombre histórico, que ha terminado poniendo en peligro la vida del planeta, debemos cuestionarnos sobre el mismo proyecto “hombre histórico” y echar mano de su experiencia de seis mil años.