Perú y Chile en la comparsa de la homologación de gastos militares


Gobierno de García hace el juego al armamentismo chileno


El ministro de Defensa de Chile, Jaime Ravinet, en su visita a Lima habló con su par peruano, Rafael Rey, sobre la homologación de los gastos militares, hecho que presentan como propuesta de avance de las relaciones pacíficas entre ambos países.


Rey alabó la visita de Ravinet diciendo que contribuye a promover el entendimiento mutuo y a relanzar las acciones mutuas para obtener un "auténtico" clima de paz y seguridad entre Perú y Chile. Ravinet no se quedó atrás y subrayó que el Perú y Chile llevan más de seis años conversando sobre la homologación de gastos militares y repitió que defiende la “transparencia" de las compras militares de Chile y el presupuesto de 1,3% del producto interno bruto (PIB) a sus fuerzas armadas.

Pero cada vez que se habla de estas reuniones bilaterales de homologación, también llamadas “2+2”, personajes oficialistas declaran como si se tratara de un triunfo y aunque no lo dicen claramente, alientan la creencia de que se trata de un acuerdo de reduccion o limitación de compra de armamento.

Así, el circo prosiguió cuando Ravinet fue condecorado con la Orden de Ayacucho, mientras Chile continúa adquiriendo desenfrenadamente armamento y hace nada para retirar las minas letales en la frontera, violando así la Convención de Ottawa, en medio de una serie de consetudinarias violaciones del derecho internacional por parte de Chile. Chile nunca cambiará su condición de país violador del derecho internacional desde la guerra de rapìña de 1879 hasta la fecha (*).

La homologación y las reuniones 2+2

La homologación de gastos no significa una reducción ni limitación a la adquisición de armas. De llegarse a aprobar, significa sólo la unificación de criterio de medición de la compra de armamento, es decir, se acordará sólo la unidad de medida: si se incluirá en el total de gastos el presupuesto operativo, de personal, etc.

Siendo que las reuniones del “2+2” no han tenido, no tienen ni tendrán ningún beneficio para el Perú, la suspensión de estas reuniones serías más bien positiva, pues sólo distraen y hacen gastar recursos al Perú, pues nunca lograrán que se ponga un freno a la compra de armamentos de ambos países, que sería lo deseable, pero no es el objetivo de las reuniones, sino que el pueril objetivo es determinar cómo serán medidos los gastos en armamentos.

“Mecanismos de confianza”


El Libro de Defensa del Perú considera erróneamente al Comité Permanente de Consulta y Coordinación Política (2+2), que se lleva a cabo con la participación del Perú y Chile, como mecanismo de confianza. Estas reuniones se realizan desde el 2001.

Las medidas de confianza que el Perú necesita son un freno en la carrera armamentista y el respeto de los límites que por derecho asisten al Perú. Vemos pues que las tales reuniones de nada han servido, por el contrario, en los últimos años, que es precisamente en los que se han producido estas reuniones, Chile ha ingresado en una escalada armamentista y de agresión contra el Perú: la usurpación de más de 37 mil kilómetros de mar, la usurpación de casi cuatro hectáreas de tierra tacneña, la captura de pescadores tacneños, la negativa de retirar las minas que colocó en el triángulo peruano usurpado, el maltrato a peruanos en Chile, las amenazas bélicas del canciller Foxley, y la reiterada persistencia en aumentar las inversiones chilenas en nuestro país, con el declarado propósito de emplear las armas en caso de cambiárseles las condiciones pactadas o en caso de que ellos consideren que son afectados sus intereses.

Que los intereses de Chile sean afectados en lo que respecta a sus inversiones en el Perú es un término muy subjetivo, pueden sentirse afectados por cualquier motivo. Cualquier motivo puede ser pretexto para el uso efectivo de la fuerza de Chile. En estas circunstancias cabe recordar la felonía del gobierno aprista de firmar un TLC favorable a Chile y lesivo al Perú a espaldas de la población.

Por lo tanto, la parte peruana haría bien en no distraer recursos humanos ni monetarios en las antedichas reuniones “2+2”. Debería quedar bien claro que no sirvieron, no sirven ni servirán para lograr condiciones de equidad, más bien resulta ridículo y significa una actitud prochilena insistir en perpetuar esas reuniones.

Lo único que podría traer paz es anular el TLC con Chile, pues el Tribunal Constitucional dictaminó que es anticonstitucional mientras no se modifique ((ver: TRIBUNAL OBLIGA RENEGOCIAR TLC CON CHILE), y limitar las inversiones chilenas en el Perú, porque Chile mira nuevamente con avidez a nuestro país ahora que Argentina no desea inversiones chilenas y coloca obstáculos a la inversión extranjera.

(*) Sobre esta materia, también se puede leer en: Cheyre provoca al Perú por encargo:

1) ¿Cuál es el país que incumplió el Tratado de Ancón de 1883 que terminó con la guerra del '79? ¿No fue acaso Chile poniendo en marcha un reprobable proceso de chilenización en las provincias cautivas de Tacna y Arica con el propósito de exterminar la heroica resistencia de los peruanos ligados ancestralmente a esos territorios?

2) ¿Qué país, si no es Chile, dispuso por la fuerza el trazado del ferrocarril Arica-La Paz, usurpando una porción de la provincia de Tarata y otra más pequeña de la provincia de Chucuito, en Puno, territorios que no tenían por qué ser incorporados a la ocupación chilena?

3) ¿Quién saboteó la solución de las provincias cautivas de Tacna y Arica, mutilando en la negociación a Tacna, como se prueba con las azufreras de Tacora, incorporadas a Chile por la fuerza de las armas?

4) ¿Cómo se llama el país que incumplió el Tratado de 1929 y su protocolo complementario referido a las servidumbres peruanas en Arica, obviando el plano original de desarrollo del muelle portuario de Arica que Chile debía entregar al Perú? ¿Acaso no es cierto que en 1999, en el gobierno de Fujimori, se entregó un mini-atracadero que no sirve para nada, muy diferente al del portentoso plano original que el embajador chileno Figueroa Larraín entregara al presidente Augusto B. Leguía en 1929, tal como lo reveló el embajador Félix C. Calderón en su libro "El Tratado de 1929. La otra historia"?

5) Cuando el Perú saneó sus fronteras, con todos su vecinos, con excepción del Ecuador de postguerra allende 1941, ¿cuál fue el país, si no es Chile, que hizo de "topo" entre los garantes (Estados Unidos, Brasil y Argentina) para apoyar nada menos que a Ecuador, su aliado, al punto de venderle armas en la última guerra del Cenepa de 1995, sin que nadie haya sido juzgado en el país austral por esta felonía de garantismo sui géneris?

6) ¿Cuál es la nación que trata de apropiarse de un triángulo de playa situado al norte del arco que sigue la línea limítrofe, es decir el punto Concordia inicio de la frontera, que se ubica en la orilla del Pacífico, punto que pretenden correr para arrebatar al Perú cerca de 38 mil kilómetros del Mar de Grau, y lo que implica una grosera, inaceptable y repugnante violación del Tratado de 1929 que prevé en su articulado el arbitraje del presidente de los Estados Unidos. Es decir, no haría mal Torre Tagle en recordar el Tratado de Lima, y darle trabajo a Barack Obama al elevar el reclamo peruano por la evidente agresión actual de los del sur.