APRA vuelve a quebrar ESSALUD
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 Alan García


Por Juan Sheput


La historia se repite. Hace 20 años, al finalizar el primer gobierno de Alan García, el entonces Instituto Peruano de Seguridad Social, estaba quebrado. Literalmente había sido saqueado en sus recursos, copado de militantes del Partido Aprista, no habían medicinas, citas médicas, no se podía operar, la gente ni siquiera se podía internar.


Luego de los gobiernos de Fujimori y Alejandro Toledo el balance era aceptable. El cambio de nombre a ESSALUD vino acompañado de una reorganización de la entidad. Las cosas marchaban relativamente bien hasta que llegó al gobierno, por segunda vez, Alan García. Y en estos días, al culiminar el mandato se vuelve a hablar de gigantesca corrupción, falta de medicinas, falta de citas médicas, copamiento partidario, una quiebra no sólo financiera sino moral de la institución. La misma CONFIEP exige a la Ministra de Trabajo que se dedique a reorganizar la institución, que depende de su sector. A vista y paciencia de los ministros de trabajo de este régimen, se han construido hospitales, de manera injustificada y sin planificación, algunos de los cuáles muestran defectos desde el mismo día de su inauguración.

Una pena para el país. Se ha retrocedido nuevamente.

Perú 21: ESSALUD a la deriva y en alerta roja
 
La Confiep exigió a la ministra de Trabajo la reestructuración completa y una auditoría inmediata a la entidad. Denuncian copamiento aprista.


Los empresarios pidieron al Ejecutivo intervenir ante crisis de Essalud. (USI)
Por Carlos Castillo

La situación en Essalud es caótica y solo el presidente Alan García no quiere verla. La Confiep levantó ayer su voz para reclamar al Gobierno que se inicie una reestructuración completa e inmediata en esa institución, independientemente de las acciones de fiscalización y auditoría.

El reclamo de los empresarios se da en momentos en los que, coincidentemente, el Centro Federado de Trabajadores y exservidores del Seguro Social demandó que el Ejecutivo intervenga en Essalud y destituya al presidente ejecutivo, Félix Ortega, y a su cuerpo de gerentes, por ineficiencia.

A decir de la Confiep, en Essalud se observa –entre otras ‘perlas’– un manejo politizado y centrado en la persona del presidente ejecutivo y de los altos mandos gerenciales de la institución. En ese sentido, sostiene que el Directorio no tiene las funciones de dirección que debería tener si su manejo fuera similar a la actividad privada.

Este malestar empresarial fue expresado por el presidente de la Confiep, Ricardo Briceño, en una carta enviada a la ministra de Trabajo, Manuela García, recogiendo, a su vez, la insatisfacción de los tres representantes de los empleadores en el Consejo Directivo de Essalud sobre el manejo en la institución.

En la misiva se advierte a la ministra que “si no se toman con prontitud drásticas medidas de corrección, Essalud puede entrar en una situación financiera que pondría en peligro la atención a los miles de trabajadores”.

Según dijo, le preocupa tanto la enorme morosidad de las entidades del sector público con la institución así como “el manejo poco profesional y sumamente político de la institución”.

Al solicitar la reestructuración completa y las acciones de fiscalización y auditoría con prontitud y profundidad, destaca que los empleadores contribuyen con más de los dos tercios de las aportaciones al presupuesto de la seguridad social.

RECLAMO SINDICAL. A su turno, los trabajadores reclamaron por la poca transparencia en la adjudicación de las obras que estuvieron a cargo de organismos internacionales y los malos manejos administrativos que permitieron los ilegales pagos de millonarias indemnizaciones a funcionarios de confianza.

COPAMIENTO. Por otro lado, el presidente del Centro Federado de Trabajadores y Exservidores del Seguro Social, Cirilo Urbano Ruiz, denunció que desde que el aprista Fernando Barrios inició sus funciones como presidente ejecutivo en Essalud hubo un copamiento de militantes del partido de gobierno y de ciudadanos de Huancayo.

Urbano aseguró que, desde setiembre de 2006, se han incorporado a la planilla unos 10 mil nuevos trabajadores que han sido distribuidos a nivel nacional. De ese número, según comentó, unos 600 fueron traídos por Barrios desde Huancayo, donde él fue alcalde provincial.

El dirigente sindical comentó que, “con toda seguridad”, el 70% de esos 10 mil nuevos trabajadores de la entidad son militantes o están vinculados al Partido Aprista.