Por Humberto Pinedo Mendoza


Llegué invitado por el grupo literario "Galaxia" a un Congreso Iberoamericano a realizarse en Caracas. Lo hice por carretera. Primero estuve en Quito que lo encontré muy pueblerino y desordenado. Qué diferencia del Quito magistral que conocí en el 2016. Estuve en Colombia donde todos los pobladores me recomendaban que no caminara de noche por el peligro que acechaba a la población: el narcotráfico y la subversión. Así recalo en Caracas y me recibieron con los brazos abiertos.

Modesto Vargas Orlando Materan

 Modesto Vargas y Orlando Materán


Después de siete días de viaje intensos llegué a Caracas recibiéndome el Licenciado Caracciolo quien me ofreció su vivienda los primeros días apenas me conoció. Para mí era muy significativo este primer encuentro literario y  amical. Recuerdo que tenía una extraordinaria biblioteca en donde recogía toda la información literaria e histórica de su país. Era un intelectual muy prestigiado en Caracas.

Luego conocí a dos nobles anfitriones y poetas de fuste como son Modesto Vargas López y Orlando Materan quienes desinteresadamente me apoyaron en mis quehaceres literarios como domésticos en el tiempo que estuve en su patria. Siempre nos reuníamos en un restaurante, cafetería o discoteca gallega o andaluza. Aquí aprendo a comer los pasapalos que eran obsequiados por los dueños, las riquísimas arepas y a tomar vino en una jota de cuero. Me sorprendió el uso del coño, del coñazo, o un palo de lluvia o de calor. Me estaba integrando.

Cada vez que nos encontrábamos conversábamos de literatura como de política leyendo algunas veces la página cultural de los diarios El Nacional o El Universal. Me acuerdo que en esa época había ganado el premio Rómulo Gallegos nuestro escritor Mario Vargas Llosa. Y había dado algunas declaraciones políticas sobre la revolución cubana y la del Gral. Juan Velasco Alvarado, a quien yo admiro por las grandes reformas sociales que hizo en mi país.

Orlando Materan Dionisio Aymara

Orlando Materan y Dionisio Aymara


Cuando estábamos bebiendo algunos vinos se me acercó una señorita muy guapa quien comenzó a preguntarme sobre mi país mientras ella me hablaba del suyo. Era de Seguridad del Estado venezolano y quería auscultarme  del porqué de mi visita. Luego de un rato  ponían música flamenca en estos restaurantes. Y a mí que me agrada tanto este ritmo gitano que terminaba bailando con el beneplácito de mis amigos. Después nos íbamos por el Parque Central o por Petares. Recuerdo esos omnibuses medios azulados que iban a Petares o a Chacaito.

Humberto Pinedo Chacaito 1974

Humberto Pinedo, Chacaito, 1974

Descubrí que en la avenida Fuerza Armada y en la Avenida Urdaneta la mayoría son negocios de europeos, portugueses, españoles como también los hostales. La clase media caraqueña es muy culta y romántica. Aquí aprendí a cantar "Qué lejos estoy del suelo donde he nacido, extraña nostalgia invade mis sentimientos”. Hay mucha influencia caribeña como europea en los caraqueños  por eso escribí el poema "Caracas para todos" o el negro blanqueado alienado de algunas zonas. También sobresalían los temas musicales de Tito Rodríguez y de la orquesta de Billos Caracas Boys.

Enfoques Humberto Pinedo


En las galerías observé algunos espectáculos folclóricos típicos, como escuché muchas veces la canción "Alma Llanera". Vivían los boleros de la época de oro que yo gozaba cuando en San Miguel me reunía con el poeta Jorge Ovidio Vega y José Oliva Beingolea acompañados del piano del invidente músico y amigo Freddy Ochoa. Era magistral. Y yo estaba muy alegre y me estaba identificando con las costumbres y habla caraqueña. Legué a cumplir los 26 años en la tierra de Simón Bolívar. Caracas es una ciudad muy cosmopolita que está dividida por varias autopistas. Sobresale la riqueza petrolera de una clase media pujante y un pueblo que vive en la extrema pobreza en casas de latas. Una oposición  social criminal. También se han constituido viviendas del barrio obrero.

Revista Galaxia 71 Modesto Vargas Dionisio Aymara

                                                  Revista Galaxia

En Chacaíto me encontraba con Orlando Materan, Dionisio Aymara o Modesto Vargas. El museo de Simón Bolívar, como las calles históricas de esta ciudad, están muy bien cuidadas y limpias, vi la espada de Bolívar en su museo. En estos lugares realizábamos nuestras tertulias literarias del grupo "Galaxia" integrándome a este movimiento. Fue la época en que Modesto Vargas López me entrevistó para la revista Enfoques.


Me gustaron tanto su cultura, su gente, sus canciones, su romanticismo, que me quedé un año y medio. Aprendí a conocer su idiosincrasia, trabajé en una pequeña imprenta y como mesonero para poder pagar mis alimentos y hostal. Me acuerdo que en un mitin de Carlos Andrés Pérez, que estaba muy protegido y yo que estaba a medio metro de él, me dijo: “Qué hubo, vale”, y yo le dije que era peruano, “A la orden” me respondió.


Estoy informado de que Orlando Materan que por muchos años ha mantenido su blog el Portal de Poesía Venezolana se encuentra un poco delicado de salud. Desde aquí mi agradecimiento y aliento para que te mejores… De Modesto Vargas sé que sigue aprendiendo muchos más idiomas y apoyando a los jóvenes poetas de Venezuela. De Dionisio Aymara un gran valor de las letras caraqueñas. Yo amo mucho a Venezuela y espero que sigan progresando con justicia social y sin interferencia de ningún país extranjero. A la orden vales. Un abrazo.

 

 

 

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