En el reciente libro The Light Eaters: How the Unseen World of Plant Intelligence Offers a New Understanding of Life on Earth, de Zoë Schlanger Harper se detalla diversas observaciones que apuntan a una posible capacidad de las plantas de actuar con inteligencia. A raíz de dicha publicación, otras dos observaciones señalarían algo similar.

 

hoja mastuerzo normal

Una hoja de mastuerzo

Una vecina del distrito limeño de La Molina reporta dos observaciones. La primera es parecida a la descrita por el biólogo peruano y reseñada en el mencionado libro. Ella tenía creciendo juntas a una planta de geranio y otra de mastuerzo. Pasados meses de convivencia de dichas plantas, observó que las hojas de geranio, que normalmente presentan una especie de semipliegues radiados, estaban planas, de forma similar a las hojas de mastuerzo, que suelen ser bien planas.

En el ejemplo del citado libro, el botánico peruano Ernesto Gianoli  atribuye dicha capacidad de imitación a un posible objetivo de burlar a insectos a los que no apetecen las hojas de una planta vecina y por ello imitaba dicha forma, para evitar ser alimento de los bichos.

 

hoja geranio normal

Hoja de geranio normal

En la observación de los geranios tomando forma plana para sus hojas que compartían espacio con el mastuerzo, que es enredadera, la explicación no cuadra porque las hojas de mastuerzo son mucho más apetecidas por diversos bichos y parecía más bien ser una adaptación del geranio para competir con el mastuerzo por la luz solar, competencia que se hacía más fuerte debido a que ambas plantas tenían menor opción que otras por captar la luz solar, por la cercanía de una pared, que les recortaba a la mitad el tiempo solar del día. Una hoja plana absorbe más luz que una con semipliegues.

Lo curioso es que cuando dos geranios estaban juntos igualmente compitiendo por la luz solar, el fenómeno no ocurría. Sólo donde el mastuerzo estaba al lado.

Los animales normalmente usan el mimetismo cuando conocen visualmente su entorno y lo emplean de la forma más apropiada y beneficiosa para ellos. Pero las plantas no tienen ojos, lo que hace pensar que tienen algún mecanismo, todavía no explicado, que les permite imitar la forma de otra hoja.

¿Las hojas de papayo aprenden?

El segundo ejemplo, de la misma vecina, es más llamativo. Reporta que en un rincón de su jardín creció sola una planta de papayo muy cerca de una pared. A medida que la planta ganaba altura y ancho, las hojas colindantes con la pared apoyaban su cara superior o haz en la pared, dejando visible el reverso (envés) de la hoja. Esto sucedió por un tiempo.

 

hoja papaya contra pared

Las hojas del papayo crecían así, con su haz o anverso contra la pared

 

Posteriormente, un día ella acomodó cada hoja que tenía su haz contra la pared apoyando más bien el envés contra el muro y dejando el haz hacia la luz. Para su sorpresa, la planta, que entonces tenía cerca de un metro, continuó su crecimiento acomodando ella sola las hojas para que apoyen su envés contra la pared y muestren su haz a la luz solar.

Como se sabe, el haz de cada hoja tiene células organizadas  en su superficie de forma que las hace capaces de captar de manera óptima la luz solar para realizar la fotosíntesis. En cambio, el envés tiene otro tipo de superficie, generalmente más opaca y rugosa.

 

hoja papaya cara sol pared

Desde que fueron acomodadas, las hojas crecieron mostrando su haz a la luz, de esta forma

 

Que la planta sola acomode desde entonces las hojas fue más sorprendente porque cada vez era más difícil lograr esa posición, pues con el crecimiento en altura también sus ramas ganaban ancho y la tendencia natural era que el haz de las hojas quede contra el muro.

Es decir, el papayo, al sentir la diferencia y provecho para toda la planta que significaba mostrar el haz de sus hojas a la luz solar, “aprendió” a lograr esa posición para cada una de sus hojas que continuaron brotando a medida que crecía, con la finalidad de facilitar la fotosíntesis, proceso que dota a las plantas de nutrientes y vitalidad.

Lo que es bien conocido es que las plantas suelen inclinarse hacia la fuente de luz y continuar su crecimiento en esa orientación cuando en su entorno no hay mucha luminosidad, lo cual es denominado fototropismo positivo, pero esto es diferente, es una capacidad de ordenar la posición de sólo determinadas hojas cercanas al muro.

 

 

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