Pese a que una persona sufrió efectos graves que dejaron con parálisis a una persona tras la aplicación de la vacuna contra el coronavirus COVID-19  de AstraZeneca-Universidad de Oxford en el Reino Unido, el gobierno ha autorizado que se experimente esa vacuna en el Peru. 
 
 
vacuna astrazeneca
 
Pero tenemos el silencio de los médicos, parte de ellos que alguna vez participaron en ensayos para los grandes laboratorios. No se trata de una vacuna aplicada indebidamente la que causó el efecto grave, sino que se siguieron todos los protocolos y cuidados del caso. Sin embargo, por ejemplo, ante efectos adversos por mal uso del dióxido de cloro, en personas que lo tomaron puro en lugar de diluido y en cantidades no adecuadas, salieron a atacar a los médicos que salvaron vidas usándolo adecuadamente, como si los efectos adversos y hasta muerte no se produjeran con otros fármacos o sustancias ingeridas de forma inadecuada.
 
¿Por qué no investigan cuántas personas han muerto o han sufrido efectos adversos graves en los protocolos de investigación de grandes empresas farmacéuticas en nuestro país? ¿Por qué no averiguan cuántos enfermos de cáncer fueron reclutados y recibieron placebo y por ello la enfermedad avanzó y murieron?
¿Callan porque hay buen número de médicos que trabajan protocolos de AstraZeneca de otros fármacos en el Perú, para lo cual son muy bien pagados? ¿Por qué callan sobre el conflicto de intereses al trabajar en el Minsao o Essalud  utilizando a estas instituciones para reclutar conejillos de indias (voluntarios) para llevarlos a clínicas a los experimentos, para tener así menor control del Minsa y Essalud?
 
Además, AstraZeneca no actúa con ética pues ocultó cuál fue el efecto adverso, y tuvo que ser la prensa estadounidense la que revele que se trató de mielitis transversa, un mal que causa parálisis.
 
Otro punto cuestionable de AstraZeneca es que se niega a ofrecer un seguro a los voluntarios en caso de afectos adversos graves.
 
El laboratorio británico AstraZeneca realizará en el Perú, en octubre, ensayos clínicos de fase III de su vacuna candidata contra el covid-19, con alrededor de 3,000 voluntarios, informó hoy el Ministerio de Relaciones Exteriores.
 
“El Instituto Nacional de Salud (INS), autoridad reguladora del Perú, autorizó al laboratorio británico la realización de los ensayos clínicos fase III de su vacuna candidata (…). El estudio abarcará a aproximadamente 3,000 voluntarios y se iniciará a principios de octubre”, detalló la Cancillería en una nota de prensa.
 
De esta forma, el Perú participa en un estudio de 30,000 voluntarios centrado en Estados Unidos. 
 
“Es una demostración de la confianza en la capacidad de los científicos peruanos y en la experiencia de los centros de investigación del país”, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores, embajador Mario López Chávarri.
 
La vacuna candidata de AstraZeneca fue inicialmente estudiada por la universidad de Oxford y es una de las que tiene sus ensayos más avanzados, “al punto que se espera sea una de las primeras en obtener su aprobación para su comercialización”.
 
Los ensayos clínicos de AstraZeneca en el Perú se unirán a aquellos ya iniciados por otros laboratorios. 
 
Precisamente, el fin de semana pasado el laboratorio Sinopharm inició en la Universidad Peruana Cayetano Heredia el reclutamiento de un primer grupo de 3,000 voluntarios, el cual se completó en menos de 15 minutos. 
 
En próximos días continuará el reclutamiento de otro grupo de 3,000 en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.