Lumpen periférico: Chile al acecho sebastian pinera pisco

La conducta que en relaciones internacionales tienen los países expresan las intenciones y las valoraciones que tienen respecto de sus vecinos. En unos casos puede haber colaboración, buena voluntad y trabajo y comercio conjunto; en otros, reina la búsqueda de ventaja, el asesinato, el robo.

En América del Sur ha habido de todo un poco, guerras, usurpaciones territoriales, copamiento económico, injerencia de una gran potencia —los EE. UU.— que interviene para exacerbar los ánimos, robar territorio (a México) y provocar toda una serie de desbarajustes territoriales que han afectado a diversos países1

Resulta necesario que los peruanos comprendamos cómo se desarrollan las relaciones vecinales y qué peligros, ventajas o desventajas tienen.

Para darnos cuenta de esto partamos de una reflexión muy simple. Si estamos en Madre de Dios y queremos ir al Brasil, hay carretera, o en otros lugares se cruza algún río en bote; y siempre vamos directamente al Brasil. Pero si de ese lugar del sur del Perú deseamos ir a Paraguay, necesitamos transitar por Bolivia; de igual manera, el boliviano que desea ir a Ecuador, debe pasar por el Perú.

Pregunta: ¿para ir a la Argentina necesitamos pasar por Chile? No, vamos por Bolivia.

Para Argentina, Bolivia y el Perú, Chile no es lugar de tránsito obligado a ninguna parte; no se necesita para nada de Chile como etapa intermedia. Por otro lado, ¿puede un chileno ir directamente a Brasil? No; debe pasar por Argentina, Bolivia o Perú. ¿Puede un chileno ir directamente al Ecuador? No puede; debe pasar por el Perú2.

sudamerica

Chile está, como se dice popularmente, en el culo del mundo, lejos de todas partes; ni con sus robos territoriales a Bolivia y Perú ha podido cambiar esta situación. Indudablemente, desde siempre esto ha sido objeto de reflexión en los chilenos. Por supuesto que hubo quienes, como el desaforado ratón Diego Portales, proclamaban la “necesidad” de que Chile dominara el Pacífico Sur, objetivo que solo podía lograrse asesinando, robando y usurpando, como sucedió en la guerra de 1879-1883.

Nuestra posición geográfica es un recurso que debemos utilizar, no regalarlo al enemigo. Chile debe sentir que depende de nosotros y finalmente convencerse de que solo puede comunicarse directamente con Bolivia y Argentina, pero nunca con el Perú. No le demos el gusto de permitirle transporte terrestre o aéreo, que se olviden del Perú3.

Antecedente de esta terrible guerra —que los chilenos no quieren dar por terminada al continuar con la usurpación de Antofagasta, Tarapacá y Arica— fue la intervención militar de los asesinos y ladrones chilenos contra la Confederación Perú-Boliviana (1837-1839). Siendo esto cierto, hay un error de quienes consideran que ambas agresiones tuvieron como explicación el afán expansionista de los terroristas chilenos, que se prepararon adecuadamente para aprovechar del caos y debilidad de Bolivia y del Perú, únicos países, según los inocentes, a los que Chile quería robar y someter. frontera peru bolivia chile 1879

En verdad, los objetivos de los ladrones chilenos son más amplios; quieren dominar de manera efectiva toda la costa del Pacífico Sur, por la fuerza de las armas y con la contundencia de las coimas que otorgan a gobernantes peruanos y a diplomáticos, políticos y periodistas peruanos, corruptos de todo pelaje que han retribuido el cohecho facilitando el ingreso de Chile a puertos y agencias de aduana en toda la costa del Perú. Como parte de este plan que los rateros chilenos llevan adelante, sabotean a la Comunidad Andina de Naciones (CAN), entrando a ella para sembrar el caos, y saliendo y regresando con la misma finalidad4.  La aspiración chilena de que los presidentes peruanos se porten como humildes yanaconas o felipillos5 es un hecho demasiado visible para comentarlo, está a la vista de todos.

Así como un diagrama muestra las partes de un organismo o la estructura de una institución, un seguimiento de la regadera de corrupción chilena nos demuestra que el grueso de la coima va a políticos y gobernantes peruanos para que se mantengan las relaciones diplomáticas Perú-Chile; a partir de las embajadas viene todo lo demás: empresas chilenas, agricultores chilenos apropiándose de terrenos en el Perú6, aviación chilena en posición dominante en cielos peruanos7, etc.

Por lo anterior, ciudadano peruano, nunca creas que un político o periodista está limpio de corrupción o que lucha contra la corrupción si guarda silencio frente a la existencia de una maldita y asquerosa embajada chilena en el Perú. Solamente cuando se retire la embajada peruana en Chile y la chilena en el Perú podremos hablar de que se ha empezado a luchar contra la corrupción y por la seguridad del país. No es posible que tengamos noticia de los asesinatos chilenos de la guerra y de la permanente usurpación de Tarapacá y Arica y al mismo tiempo premiemos a los delincuentes chilenos con relaciones diplomáticas que les permiten establecer redes de espionaje destinadas a tener un conocimiento exacto que les permitirá asesinar con su fuerza armada muchos peruanos y robarnos más territorio.

La conducta asesina, delincuencial y negativa de Chile hacia sus vecinos no es la única que se conoce de un país geográficamente aislado. Tenemos el caso del Reino Unido, que es un país insular. Estos días, con las noticias de la terrible crisis económica de Grecia y con Italia al borde de la bancarrota, los periódicos británicos destacan la relativa tranquilidad que ellos tienen al no ser parte de la zona euro; en otras palabras, la crisis que sufren los países del Continente europeo no afecta mucho a los ingleses. Eso podría parecer —y lo es— una conducta prudente que ha evitado peligros.

Además de esto, viene la visión política de los ingleses: no entraron a fondo en la Unión Europea ni aceptaron la supranacional Constitución Europea para no perder soberanía; es cierto: los países que suscribieron la Constitución Europea han tenido que renunciar a algo de su soberanía. Pero hay más: los ingleses siempre han visto con recelo cualquier intento de unificación europea, porque piensan que si todos los otros europeos son unánimes en algo, podrían generar situaciones contrarias a los intereses del Reino Unido. Por esta razón, rara vez se mantuvieron neutrales en las polémicas de la Unión Europea, las exacerbaron; por ejemplo en el caso de la Constitución Europea maniobraron de tal manera que los mismos franceses —que con Alemania son el alma de la Unión Europea— votaron contra la Constitución Europea. De igual manera, aduciendo que había que acelerar los cambios de los países de Europa Oriental que habían salido del régimen comunista, abogaron por su rápida incorporación a la Unión Europea, que con esos nuevos países totaliza 27 miembros, número elevado con el que es difícil trabajar en torno a objetivos comunes.

En el Reino Unido no ha habido nadie tan basura como Diego Portales que exprese con claridad los intereses divisionistas de su país; pero en el pueblo y en las personas no comprometidas con la política la cosa está clara. Justamente por los recientes acontecimientos en que los ingleses se congratulan de no haberse comprometido a fondo con la Unión Europea, se recuerda ahora la serie televisiva cómica “Sí, señor Ministro” de la década de 1980 —cuando la incorporación del Reino Unido a la Unión Europea era tema de actualidad— en la que Humprey, un desprejuiciado personaje que refleja el pensamiento de los ingleses dice:

Sir Humprey: Gran Bretaña ha tenido el mismo objetivo de política exterior durante por lo menos los últimos 500 años: crear una Europa desunida. Por esa causa hemos luchado con los holandeses contra los españoles, con los alemanes contra los franceses, con los franceses e italianos contra los alemanes, y con los franceses contra los alemanes e italianos. Divide y vencerás, vea usted. ¿Por qué ahora tendría que cambiar eso, si ha dado tan buenos resultados?

Hacker: Pero eso es historia antigua, ¿no?

Sir Humphrey: Sí, y política actual, también. Teníamos que desbaratar todo, y entonces teníamos que entrar. Tratamos de romper las cosas desde afuera, pero eso no daba resultados. Ahora que hemos entrado [a la Unión Europea], podemos prepararnos un buen banquete con todo el grupo: enfrentar a los alemanes contra los franceses, a los franceses contra los italianos, los italianos contra los holandeses. Nuestro ministerio de Relaciones Exteriores está completamente satisfecho; todo es como en los viejos tiempos.  

No por humorístico deja esto de tener su gran dosis de verdad. Es necesario que entendamos lo que piensan y lo que, en consecuencia, hacen los países. Conviene citar al señor Herbert Mujica, que en su artículo ¿Qué es un político peruano? hace notar que el político peruano carece de visión geopolítica. ¡Cómo va a tener visión geopolítica si —con muy raras excepciones— el político peruano es un incapaz y ratero que solo piensa recibir coimas durante cinco años, por hacer o promover cosas, o por callar (ambas conductas son bien premiadas por los chilenos y otros delincuentes)!

Nos ratificamos en afirmar la necesidad de que el Perú trabaje consecuentemente en la CAN, e impida el reingreso de Venezuela (problemas políticos y conducta antiperuana de promover integración energética favorable a Chile) y de Chile (se salió del Pacto Andino tras causar daño, y ahora quiere regresar para parasitar y provocar divisionismos). Está claro como el agua que Chile se opone a una CAN fuerte y unida, porque eso va en contra de sus intereses delictivos.

Ese país enemigo trabaja solamente pensando en asesinar peruanos y en dominar al Perú. ¡Nada de acciones conjuntas con Chile en ningún convenio, en ningún foro! Evitemos que Chile siga utilizando al Perú como trampolín para destruir el proyecto integracionista de la CAN; no podemos colaborar con el enemigo terrorista chileno asumiendo el papel de traidores de la CAN, convirtiendo al Perú en el país que da cabida a la rata de Troya chilena que desde nuestro territorio lucha por debilitar y disolver la CAN. Guardemos distancia frente a los peligrosos asesinos y ladrones chilenos.

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1 De esto nos ocuparemos posteriormente, para que entendamos por qué los EE. UU. son el enemigo declarado y destructor de América Latina.

2 Igual da si es por vía terrestre o aérea.

3 Uzbekistán, país de Asia Central, solo deja volar en su espacio aéreo a aerolíneas extranjeras que selecciona con cuidado; y por tierra continuamente cierra el tránsito a camiones de otros países y sin previo aviso duplica o quintuplica el costo del peaje. Si los extranjeros en tránsito no pagan a los uzbekos, no pueden pasar. ¡Eso es ejercer soberanía! ¡Hagamos lo mismo e impidamos que los delincuentes chilenos pasen por el Perú!

4 Leer Relación Perú-Bolivia y Aerolínea de bandera: Los huesos para el Perú, la carne para los extranjeros.

5 Leer Chilenos corrigen feo a Ollanta Humala, pese a mostrarse adulón y ofrecer nuestro gas.

6 Leer

Estado chileno adquiere más tierra en el Perú

Gravísima situación de seguridad nacional y de explotación laboral en Ica

Visita de Ollanta Humala: Chile quiere imponer sus condiciones.

7 Leer Aerolínea de bandera: Los huesos para el Perú, la carne para los extranjeros.