En Bolivia militares indígenas se oponen a que mestizos y blancoides sean jefes mientras ellos (los indígenas) forman solamente parte de la tropa, pese a que son los dueños originales del país, cambio que todavía no ocurre en el Perú en pleno siglo XXI.

desfile militares

La protesta pública de suboficiales y sargentos de las FF. AA. ha desnudado la insolvencia histórica del actual gobierno en el tema de la descolonización.

Son varios días que centenas de estos militares manifiestan su protesta, mediante movilizaciones y marchas públicas que contaron con el apoyo ciudadano, incluso de organizaciones como las Bartolinas y los Ponchos Rojos, consideradas sujetas al control gubernamental. Las protestas han motivado que, hasta ahora, más de 700 militares sean dados de baja.

Suboficiales y sargentos piden la descolonización en las FF. AA., exigiendo que cese toda forma de discriminación y segregación. En efecto, como buen pilar del sistema colonial, en las FF. AA. de Bolivia existe una pirámide de poder cuya cúspide está ocupada por personas racial y étnicamente distintas de las que representan su base. Jefes y oficiales son criollos y q’aras1, mientras que la tropa son indios, de color bronceado y de procedencia eminentemente popular y rural.

Los criterios de admisión al Colegio Militar, en el que se forman los altos mandos, tienen componentes discriminatorios. “Hasta ahora no hay un general Mamani”, todos son “de buena presencia”, ilustran denuncias al respecto. Si algún “moreno” se empecina y logra ingresar en esa institución, el sistema se ocupa rápidamente de hacerlo desertar. Para los de extracción indígena existen las Escuelas de Clases. Así, una parte de la población puede aspirar a ser oficiales, y otra únicamente a suboficiales y sargentos. En consecuencia, uno de los pedidos de los que protestan es que no se cierren posibilidades de estudio y de ascenso por criterios étnicos y sociales, como sucede actualmente; es decir, que se descolonicen las FF. AA.

Esta tarea pone al desnudo el error de Evo Morales y del MAS respecto a la descolonización, entendida como algo simbólico y subjetivo. Las FF. AA. estarían ya descolonizadas pues la casta que la dirige habría aceptado colocar la wiphala2 al lado de la tricolor boliviana en los uniformes militares. El asunto es más complejo y pone al gobierno al borde del descrédito total, pues es sabido que depende del beneplácito de los Altos Mandos para perseverar en el poder. Ello le obliga a soslayar y conservar lo que, en un súbito acceso de conciencia, estaría obligado a transformar.

wiphala

Wiphala

Las FF. AA. son una institución capital, pero como otras han sido concebidas como bastión colonizador. Su trabajo hacia el indígena consistió en subordinarlo matando su amor propio, volviéndolo respetuoso al poder que lo humilla tenazmente. Existe ahora contestación, pero parece haber logrado su objetivo al menos con nuestro presidente aimara, en particular si nos atenemos a sus repetidas declaraciones y reverencias a esa institución. Descolonizar la sociedad debe empezar, en consecuencia, por descolonizar la mente, empezando por la de nuestros principales mandatarios.

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1 La palabra aimara q’ara designa al criollo y al mestizo. [Nota de Con nuestro Perú.]

2 La wiphala es la bandera tahuantinsuyana a cuadros, con los colores del arco iris. [Nota de Con nuestro Perú.]

Pukara, Bolivia, mayo 2014, año 8, N.o 93

http://www.periodicopukara.com/archivos/pukara-93.pdf

 

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