Adrián Mac Liman*

 

El Pentágono y la CIA estudian con detenimiento las circunstancias en las que parte de la ayuda enviada a los combatientes kurdos de Kobané cayó en manos de los yihadistas del Estado Islámico (IE). Aparentemente, se trata de una remesa de armas, municiones y medicinas lanzadas en paracaídas por la aviación militar estadounidense. La noticia causó cierto estupor en los medios periodísticos. Pero los estrategas y los politólogos achacan el error al empecinamiento de la Administración Obama de no permitir una intervención terrestre en Siria e Irak. El actual inquilino de la Casa Blanca quiere permanecer fiel a sus principios; unas normas de conducta que poco o nada tienen que ver con las leyes de la guerra.

ejecucion EIIL

Alberto Piris*
 
El 12 de octubre de 2001, con motivo de la guerra en Afganistán como respuesta a los ataques terroristas del 11-S contra Estados Unidos, escribí: “Es fácil desencadenar la violencia bélica contra un país de ínfimo rango militar como Afganistán. Pero, como dijo Colin Powell, cuando dirigía desde el Pentágono la Guerra del Golfo, ‘si el recurso a la fuerza militar se hace a impulsos de la frustración y sin objetivos claramente propuestos, el resultado final puede ser peor que la situación inicial’”.

terroristas EIIL 3