Ataques de “bandera falsa”: pasado, presente ¿…y futuro?

Adrian Salbuchi

Quienes creen en “teorías conspirativas” les encanta el concepto de ataques de “Banderas Falsas”: o sea, la idea de que cuando una nación —usualmente muy poderosa— necesita una excusa para hacerle la guerra a otra nación —usualmente algún adversario más débil— se las arregla para orquestar un “ataque” contra sí misma para luego culpar a esta otra nación, usándolo como excusa para atacarla.

Eiffel abajo

Desde luego que esto no es tan simple y puede sonar como una locura; sin embargo, como le dijera Polonio a Hamlet “Aunque parezca una locura, sin embargo tiene cierto método y coherencia…”

¿Entonces, hay algo de cierto detrás de tales maniobras que hace que tantas personas crean que conforman una explicación plausible de muchas cosas insólitas que hoy ocurren en este loco mundo?

Cuando los historiadores repasan los hechos de las últimas décadas y siglos, muchos eventos clave que han generado guerras mundiales, conflictos regionales, y convulsiones políticas resultan difíciles de explicar si sólo los percibimos como acontecimientos “espontáneos”, resultado de penosos “errores” cometidos por políticos, o de la estupidez de las masas o, simplemente, de la “mala suerte”. Desde luego que muchas veces los hombres se comportan tontamente pero "la culpa no la hallaremos en nuestras estrellas sino en nosotros mismos” observó alguna vez el noble Casio.  

brigada GolaniAlberto Piris*
 
“Es tan fácil ser israelí… Su delicada conciencia es pura como la nieve: todo es culpa de Hamás que inició la guerra sin razón alguna;  Hamás es una maligna organización terrorista, bestias con forma humana, nacidos para matar, fundamentalistas…”

terroristas EILL 2Adrián Mac Liman*
 
El Presidente Obama reconoció públicamente hace unos días que los servicios de inteligencia estadounidenses habían subestimado el potencial bélico del llamado Estado Islámico, la agrupación radical musulmana que siembra el terror en Siria y en Irak. Un movimiento que, dicho sea de paso, cuenta con más de 11.000 voluntarios extranjeros, entre los que se halla más de un centenar de ciudadanos norteamericanos.