La masacre del 5 de junio
Dura crítica, hasta feroz diríase, la vertida por Jesús Guzmán Gallardo que ha lanzado, desde hace meses, sin respuesta alguna, el reto a un debate público y democrático, en el interior del Partido Aprista. ¿Cuánta razón le asiste al ex diputado y funcionario del primer gobierno de Alan García Pérez? ¿y cuánta no? Una expresión serena no puede presumir de fanatismo y cerrazón condenables desde todo punto de vista. Nadie podría objetar que la ineptitud gubernamental tiene no poca culpa en los trágicos sucesos de la semana pasada. Pero ¡no sólo ellos! ¿qué se puede decir de un Establo en que todos han sido parte de esta noche negra productora de embelecos envenenados de estupidez a granel e idiotez a raudales? ¿quién tira la primera piedra? Desde el oficialismo ramplón a la grita iletrada, no hay diferencia alguna. Unos y otros incurren en miopía criminal.