Kenia: ¿No más Hakuna Matata?
Raila Odinga
      Raila Odinga
Por Humberto Campodónico


Terminadas las elecciones del pasado 27 de diciembre en Kenia, la oposición liderada por Raila Odinga afirmó haberlas ganado, pero que había sido víctima de un fraude electoral perpetrado por el presidente Mwai Kibaki. La gente salió a protestar y se produjeron actos de violencia. Pero no solo hubo violencia política entre los contendores, sino también tribal: Kibaki, un kikuyo, fue acusado por las tribus opositoras Kalenjin, Luo y Luhyas de querer perpetuarse en el poder para seguir favoreciendo a los suyos.

Sobra comida y falta dinero

FAO

Por Olga Sarrado (*)

Los precios de los alimentos básicos aumentaron cerca de un 40% en 2007, según los índices de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Este incremento está relacionado con el cambio climático, sus consecuencias y las soluciones que se proponen para controlarlo. Junto a los conflictos y los desastres naturales se consideran las causas principales de las crisis alimentarias que afrontan más de 37 países del mundo. Más de 850 millones de personas padecen hambre o desnutrición pero sus economías no pueden hacer frente a los elevados costes de los productos que necesitan para vivir.

Reclamar lo que somos

George W Bush
Por  José A. Fernández Carrasco

Las actuaciones de Estados Unidos y la Unión Europea socavan el avance de los derechos humanos a nivel mundial, según ha denunciado la organización Human Rights Watch (HRW) en su informe anual. El progresivo recorte de libertades en las democracias consolidadas y su apoyo a Estados autoritarios que se esconden bajo una fachada democrática amenazan los derechos fundamentales de los ciudadanos y, con ellos, su dignidad.

Secuestrados de la vida

Guantanamo detenidos acusados Al Qaeda

Por Carlos Miguélez (*)

En un día “normal” de nuestras vidas nos levantamos, nos aseamos, desayunamos y salimos hacia el trabajo, o quizá a la iglesia o a casa de un amigo con la certeza de que esa misma noche volveremos a dormir en casa. Decenas de ciudadanos de varios países del mundo han visto interrumpida su vuelta a casa por secuestradores que los han transportado a centros de detención en el extranjero.

Una competencia desleal y perversa

Elizabeth II

Por Xavier Caño (*)

 
La fiebre de EEUU y de la Unión Europea por firmar casi en secreto tratados bilaterales de pretendido libre comercio con países empobrecidos ha sido denunciada de manera reiterada por organizaciones solidarias de ayuda al desarrollo. Uno de los hechos que explican la oposición a tales tratados la ha publicado recientemente la prensa inglesa.

Eran de los nuestros

Auschwitz
Por José Carlos García Fajardo (*)

Cuenta Víctor E. Frankl, en El hombre en busca de sentido, que al salir del campo de concentración en Auschwitz, la mayoría sufrieron una especie de decomprensión acelerada, como la aeroembolia que padecen los que suben demasiado deprisa de una cámara de sumersión.

La “fortaleza Europa” trata de blindar sus fronteras

Franco frattini
       Franco Frattini
Por Adrián Mac Liman (*)

¿Cómo luchar contra la inmigración clandestina? ¿Cómo preservar los “valores culturales” del Viejo Continente ante el creciente flujo migratorio? En resumidas cuentas, ¿cómo cerrar a “cal y canto” las puertas de la “fortaleza europea” ante la presión demográfica ejercida por la llegada masiva de ciudadanos extracomunitarios a los 27 países que integran la Unión?

El futuro de los países empobrecidos, al garete

Nino desnutrido de africa
Por Xavier Caño (*)

Una amenaza recorre el mundo: los tratados bilaterales de libre comercio que EEUU y la Unión Europea tienen enorme interés en firmar con los países empobrecidos

¿Exageración? Intermón Oxfam ha publicado el informe Nuestro futuro por la borda, en el que denuncia de forma documentada las nefastas consecuencias de los tratados de libre comercio bilaterales para la mayoría de los ciudadanos de los países empobrecidos que los firman.

Inmigrantes bajo sospecha

Inmigrantes
Por José Carlos García Fajardo (*)

Los inmigrantes nos devuelven las visitas que les hicimos los europeos durante quinientos años.

No nos obligaron a hablar quechua, aymará o guaraní, árabe, swahili o malayo. Les impusimos nuestras lenguas, nuestras costumbres, nuestras creencias, nuestros miedos y nuestra explotación. No nos obligaron desde Canadá a Tierra de fuego, en toda África y en gran parte de Asia y Australia, a firmar contrato alguno en condiciones de presuntos culpables, de delincuentes en potencia bajo pena de ser devueltos a sus países de origen si no encontrábamos trabajo en un año.