Dejando sus reuniones familiares por la celebración del Año Nuevo, ciudadanos marcharon en el centro de Lima en rechazo a la represión desatada por el gobierno morado del presidente Francisco Sagasti, que en lugar de dialogar con los trabajadores en protesta arremetió dejando tres muertos y un paralítico.
Como se sabe, la represión dejó tres muertes en la Panamericana Norte en La Libertad y un trabajador paralítico en la Panamericana Sur en Ica.
En la marcha del último día de diciembre de 2020, que por razones de Año Nuevo no fue numerosa, destacó el llamado Partido de los Trabajadores.
La prensa mermelera y las ONG presuntamente de derechos humanos guardan silencio cómplice y conveniente, pues durante el gobierno de Manuel Merino salieron a protestar en los medios y en las calles por dos muertos y ahora no dicen nada, lo cual refuerza la tesis de la manipulación política de las marchas de noviembre de este año que terminaron con la salida de Merino. Pero este gobierno se ha enquistado en el poder y ningún ministro ni el mandatario renuncian.
Cierto es que en las protestas durante el gobierno de Merino y de Sagasti hubo excesos por parte de los manifestantes, que agredieron a los policías, pero la Policía está entrenada para reducir a los revoltosos con armas no letales. No obstante, se emplearon proyectiles que terminaron dejando muerte.
Curiosamente, estos días la prensa mermelera ha recibido millones para pasar propaganda contratada por el gobierno morado de Sagasti, derrochando nuestro dinero en contenidos inútiles, lo que hace pensar que es el pago para el silencio de la prensa.
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