Perú: ¡esos bulliciosos silencios!
Por: Herbert Mujica Rojas
El silencio respira paz pero también quietud boba o cómplice. La bulla es la carencia de armonía, el disparate sin ton ni son, la algarada, la turbamulta. ¿Cómo en un país como el nuestro, y con muy notorias excepciones, frente al robo masivo, descarado, monrero de que es objeto el pueblo peruano al que se despoja de su historia y de su recuerdo, las patotas intelectuales, diplomáticas, políticas, militares, periodísticas, historicistas y de toda laya, conservan un parsimonioso y sinfónico cuanto que bullicioso silencio? ¿por causa de qué o a cambio de qué y de cuánto, no dicen nada ni protestan al compás de tantas acciones perversas contra la memoria colectiva de la Nación? Los extremos se juntan y se produce la extraña química del matrimonio aberrante de la bulla con el silencio.