No quedará nadie para protestar
No quedará nadie para protestar
Xavier Caño (*)
Lo habían anunciado, pero que Bush haya vetado la ley que aprobó el Congreso de los EEUU, prohibiendo la asfixia “simulada” (arrojar agua en la cabeza del detenido para causarle una sensación de ahogo) y otros “interrogatorios duros” a sospechosos de terrorismo, es pésima noticia. La asfixia simulada está considerada por Rigth Human Watch, Amnistía Internacional y otras organizaciones de Derechos Humanos como una tortura sin paliativos. Una tortura utilizada por la CIA.