¿Qué busca Sagasti, nuevas marchas contra su irrespeto a nuestro territorio? ¿Comienza la corrupción?
El gobierno del presidente morado Francisco Sagasti, precisamente uno que surgió en medio de convulsiones en torno al respeto a la Constitución, ahora la viola al autorizar inversiones extranjeras, esta vez en la frontera norte, dentro de la zona de 50 kilómetros de la línea fronteriza.
A principios de abril, cuando el coronavirus se desbordaba en Ecuador, ciudadanos venezolanos trataron de ingresar al Perú por uno de 22 puntos de pasos clandestinos que el día 4 fueron reforzados con vehículos blindados, sin embargo, por décadas, estos pasos son usados por inmigrantes ilegales, contrabandistas de combustibles, de larvas de langostinos y otros productos, además, en la Cordillera del Cóndor, en Amazonas, existen pasos ilegales de Ecuador a Perú a Santa María de Nieva y Loreto, también por tráfico de oro en Alto Comaina, El Tambo, distrito El Cenepa.
El parlamentario aprista Jorge Del Castillo ha preparado legislación que permite inversiones extranjeras en los 50 Km fronterizos de las fronteras del Perú. Lo ha hecho sin importarle que la legislación chilena vigente tiene un tratamiento diferenciado para extranjeros en general y otro específico para peruanos y bolivianos.
Invita a la reflexión y análisis el hecho que la Comisión de Defensa Nacional y Orden Interno del Congreso aprobara un dictamen de ley que “interpreta” el artículo 71.° de la Carta Magna, cuando este artículo, de por sí, es muy claro.
7,192 kilómetros de fronteras terrestres con 5 países
Por Alfredo Palacios Dongo
En el Perú tenemos 7,192 kilómetros de fronteras terrestres que limitan con cinco países: con Brasil (2,822), Colombia (1,626), Ecuador (1,528), Bolivia (1,047) y Chile (169). La Constitución dispone que el deber primordial del Estado es establecer y ejecutar la política de fronteras (artículo 44.o), además, hace 7 años tenemos la Ley Marco para el Desarrollo e Integración Fronteriza (Ley 29778 junio-2011) y su reglamento (DS 017-2013-RE abril-2013) que establece el desarrollo de fronteras e integración fronteriza como política de Estado con participación de los niveles de Gobierno Nacional y gobiernos regional y local, y además, es de cumplimiento obligatorio para todo el sector público, sin embargo, la mayor parte de nuestras fronteras están descuidadas y abandonadas, la mayoría de distritos de éstas zonas fronterizas se encuentran entre los quintiles pobre, muy pobre y pobre extremo en los Índices de Carencia, especialmente en Loreto (Yaquerana-Alto Tapiche, Morona, Putumayo-Napo, y el Trapecio Amazónico), Ucayali (Purús, Yurúa, Masisea, Tamaya), Amazonas (Río Santiago y Alto Camaina Cordillera del Cóndor) y Tacna (La Yarada-Los Palos).
En el siglo XIX el puerto de Arica era vital para Tacna y el comercio boliviano, pero debido al desarrollo de diversas redes de vías de comunicación terrestres, el aumento de la capacidad de carga de vehículos pesados y la posibilidad de nuevas instalaciones ferroviarias intercontinentales, se ha experimentado un cambio sustantivo en las potenciales facilidades logísticas regionales que acortan tiempos, distancias y viabilidad logística, abarcando mayores áreas de integración multirregional, lo cual convierte al puerto de Ilo y/o costas aledañas de nuestro litoral, a través de adecuadas y modernas instalaciones portuarias, en una real y efectiva competencia al puerto de Arica para la región sur del Perú y oeste boliviano.
Estoy leyendo un artículo del distinguido internacionalista y catedrático universitario doctor Miguel Angel Rodríguez Mackay, que titula “¿Hasta cuándo esperar la adhesión del Perú a la Convemar?”, que no es el primero de su autoría sobre el tema, pero igual me ha sorprendido, por lo que con el debido respeto por la persona así como por sus ideas y sin ánimo de discusión, sabiendo —-además— que la palabra del Dr. Rodríguez Mackay es muy escuchada por muchos seguidores, me permito expresar un comentario como una información diferente, en asunto de tanta importancia para el interés nacional. Pero antes, creo que debemos recordar el meollo del asunto: hablar de “adherir” es decirle SÍ a la Convención del Mar, conocida también como “Convemar”. Es aceptar ser miembros de la Convemar.
En la denominada triple frontera se unen los dos mayores productores mundiales de cocaína (Colombia y Perú) y el mayor consumidor en Latinoamérica (Brasil). La localidad de Santa Rosa, último poblado peruano de la región Loreto colinda con Leticia (Colombia) y Tabatinga (Brasil) y es conocido como centro de acopio de drogas; aún con esporádicas operaciones contra el narcotráfico policiales y militares entre los tres países, en nuestra frontera se incrementa el tráfico de drogas conforme aumentan los cultivos de coca; la pasta básica pasa literalmente flotando desde Santa Rosa a Leticia y Tabatinga escondida en botes y hasta en vientres de pescados congelados es una corta navegación de cinco minutos por el río Amazonas. Santa Rosa tiene apariencia de abandono, calles de tierra, suelos inundables, dos pequeñas escuelas, una posta médica y mínimo personal policial, sin embargo, en la zona de nuestra frontera la trata de personas es una actividad cotidiana donde muchas menores son traídas vía fluvial desde Iquitos.
No hay presencia del Estado en Santa Rosa (triple frontera)
Hace más de dos años se creó el distrito tacneño La Yarada-Los Palos (ley N.º 30358 fecha 8 noviembre 2015) el cual limita por el sur con Chile por la línea de frontera hasta su intersección con el Océano Pacífico en el punto Concordia, inicio de la frontera terrestre (Tratado de 1929), y, aunque su creación se adecuó al marco jurídico Chile protestó porque el nuevo distrito incluía el triángulo terrestre, el canciller Heraldo Muñoz sostuvo que la norma peruana “no tiene valor jurídico”, el ministro de Defensa José Gómez advirtió que “ese territorio era chileno”, inclusive el presidente de la Comisión de infraestructura del Consejo Regional de Arica, Rodrigo Díaz, planteó “cercar el Hito 1 y convertirlo en terrenos agrícolas”; por esta razón es muy preocupante que el excanciller Ricardo Luna haya manifestado que “no existen problemas limítrofes con Chile y el triángulo terrestre no existe”, sería importante conocer la posición de la nueva canciller, Cayetana Aljovín.